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Estás en: Portada > 56 Edición 2008  > Diario del Festival > El lobo estepario
Diario del Festival » JAPÓN EN NEGRO
El lobo estepario
THE BEAST TO DIE (YAJU SHISUBESHI, 1980)
Domingo, 21 de septiembre de 2008

“Cuando un japonés se viene abajo, cerrará la ventana y se matará; cuando un americano se viene abajo, abrirá la ventana y matará a algún otro”. Estas palabras, extraídas del guión de Leonard y Paul Schrader para el filme Yakuza (Sydney Pollack, 1975), guardan más relación con tiempos pretéritos que con la realidad del reconstruido Japón de posguerra. La occidentalización, o más bien, americanización de los usos y costumbres se impuso, llegando hasta el sub­consciente, que diría Wim Wenders. Un diáfano exponente del nuevo signo de los tiempos lo encontramos en The Beast to Die y en su personaje central, Date (Yusaku Ma­tsuda), cuya condición de fotógrafo y corresponsal en con­flictos bélicos (Angola, Vietnam, Líbano, India) no sólo le ha­ce ver la auténtica cara del horror, sino además recono­cerse en ella.

A su vuelta al Japón, como Travis Bickle en Taxi Driver (Martin Scorsese, 1976), Date encontrará su particular ata­úd en su lujosa casa de diseño, viviendo aislado y caminan­do como un muerto. Sus ojos únicamente adquieren vida, o un simulacro de ésta, al matar con una pistola robada a un policía, ya sea atracando un casino de la yakuza, o una muy protegida sucursal bancaria. Momentos en los que al apre­tar el gatillo y cercenar una vida alcanza el éxtasis buscado. “La bala detiene el tiempo”, manifiesta arrebatado.

Una espiral de violencia, del exterior al interior del psi­cótico Date, que Toru Murakawa plasma de manera fría, se­ca, distanciada, con frecuentes planos generales que nos ofrecen una óptica más propia de cámaras de seguridad que de cinematográficas. Amén del uso de hilos musicales co­mo banda sonora diegética para reflejar y denunciar una so­ciedad que, para el mentor de Toru Murakawa, el director Kinji Fukasaku, “cada vez se vuelve más aséptica”.
Ignacio HUIDOBRO

 

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