(Ojos sin rostro) (1959)
Los escritores de novela criminal Boileau y Narcejac adaptaron para Franju un macabro relato de Jean Redon. Su argumento describe los experimentos de un brillante cirujano que asesina mujeres para quitarles la piel y darle así un rostro a su hija, que ha quedado desfigurada tras un accidente. Posiblemente, la película más popular de la filmografía de Franju y una de sus indiscutibles obras maestras, un título de culto en la historia del cine fantástico donde horror y poesía caminan de la mano.