La segunda película de Aarón Fernández es una coproducción hispano-mexicana-francesa que ya había participado en la sección Cine en Construcción de la 60 edición del Festival. En la desolada costa de Veracruz, Sebastián, un joven de 17 años, tiene que administrar sin ayuda el motel de su tío, que alquila habitaciones por horas. Así conoce a Miranda, una clienta habitual que va allí para esperar a un amante que nunca llega, y así se inicia un fugaz juego de seducción entre ellos.
Tras obtener un Master en Estudios Cinematográficos por la Universidad de la Sorbona de París, ha trabajado como guionista, director y productor de varios proyectos para cine y televisión. Fundó la productora Santa Lucía y actualmente reparte su vida y su labor profesional entre Brasil y México. Dirigió cuatro cortos antes del primer largometraje, Partes usadas (2007), que fue presentado en cuarenta festivales y ganó varios premios. Las horas muertas, el segundo, fue escrito en la Résidence de la Cinéfondation de Cannes y participó en Cine en Construcción 22 (Festival de San Sebastián de 2012).