Emad, un granjero palestino, compra su primera cámara cuando nace su cuarto hijo, Gibreel. En Bil'in, su pueblo, se está construyendo una barrera de separación y los vecinos empiezan a enfrentarse a esa decisión. Durante más de cinco años, Emad filma esa lucha liderada por dos de sus mejores amigos, y, al mismo tiempo, registra el crecimiento de Gibreel.