Marruecos no quiere que se conozca la situación de los territorios ocupados del Sáhara Occidental, territorio separado del resto de África por un muro de 2.720 km de largo: la población saharaui vive en constante amenaza, ni siquiera pueden nombrar las palabras "Sáhara Occidental" o "referéndum", y la situación se resume como "el problema".